El arte no tiene fin, es un fin en sí mismo. Esta pieza representa lo infinito, lo que no tiene fin. Abre la puerta a otro principio, rompe con lo estático y abre el diálogo a nuevas interpretaciones. Dos piezas paralelas, abiertas, para que la interpretación del espacio que habitan pueda surgir varias veces. Los materiales le dan a la superficie una textura con diferentes volúmenes que desafían el sentido común, que es la intención buscada por los artistas.
Ubicación: California, EE. UU. 1999-2019
*La escultura de metal quedará flotando entre las dos piezas. El tamaño se puede personalizar.