Dos capas de imágenes diferentes. Una impresa en hilos, la otra en lienzo. Cortadas a mano, montadas en un marco de aluminio.
Diferentes escenarios, diferentes materiales. Varias texturas que se revelan para descubrirse unas a otras. Hilos de algodón que cuelgan deslizándose para escapar a otra realidad mientras revelan una dimensión paralela. Hilos que se apoyan en enlaces y ataduras creando una mezcla híbrida. Esta pieza produce una sensación orgánica al espectador que no sabe, o no quiere, distinguir dónde comienza un lienzo y termina el otro.