Tres capas de distintas imágenes impresas en hilos cortados a mano, montadas sobre un marco de aluminio. Diferentes escenarios, diferentes materiales. Varias texturas que se revelan para descubrirse unas a otras. Hilos de algodón colgando que se deslizan para escapar a otra realidad mientras revelan una dimensión paralela. Hilos que reposan sobre enlaces y ataduras creando una mezcla híbrida. Esta pieza produce una sensación orgánica al espectador que no sabe, o no quiere distinguir dónde empieza un lienzo y termina el otro: Blanco y negro en el medio, colorido en el reverso y en el frente sutiles púrpuras… Una pieza única que refleja el sincretismo entre la naturaleza y la pintura abstracta, cada capa un nuevo símbolo.